La formación en finanzas islámicas, que ya estaba adquiriendo popularidad antes de la crisis, ha crecido más y más en solidez y reputación. Desde el comienzo de la crisis económica mundial en 2008, la educación financiera ha sido objeto de creciente escrutinio por parte de economista, analistas y otros que acostumbran a diseccionar los fenómenos económicos, los fallos en el sistema y las causas de las crisis. ¿Quién, después de todo, había educado y formado a los perpetradores de la crisis?
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Al convertir el papel moneda en bonos representativos de la oferta de bienes y servicios, la economía financiera desaparece, pero se debe considerar que legítimamente un Estado puede, bajo estos supuestos, aumentar la masa monetaria en función a sus reservas naturales, siempre y cuando estas sean demandadas o demandables. Es probable que el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) necesite ofrecer una guía que permita equilibrar los principios contables islámicos con las normas internacionales. La religión prohíbe que los prestamistas cobren intereses, lo que dificulta el registro de ciertas transacciones bajo las normas contables corrientes. El valor de los activos mundiales registrados bajo la ley islámica ha ascendido a un estimado de $1.3 billones en el 2011. El anuncio del presidente de Doha Bank, R Seetharaman, de que la banca islámica es la mejor plataforma para impulsar la financiación "verde" debido a sus valores de desarrollo ambiental sostenible ha hecho que vuelva a pensar nuevamente en la banca islámica. ¿Es realmente positiva para el medio ambiente? Y si es así, ¿por qué? ¿Y, en primer lugar, qué es la banca Islámica? La banca Islámica es el sistema financiero basado en los principios de las leyes islámicas: dos de los principios básicos es que se comparten pérdidas y ganancias y que está prohibido recibir o pagar intereses. Así, por ejemplo, si recibes un crédito, no pagas intereses a la entidad prestamista, sino sólo la cantidad prestada más una pequeña cantidad de dinero extra acordada al principio. Un memorándum de entendimiento destinado a fortalecer los lazos de cooperación entre Marruecos y el Banco Islámico de Desarrollo (BID) en el dominio del apoyo de los esfuerzos de desarrollo socioeconómico en el Reino, fue firmado hoy martes Marrakech. Este acuerdo, firmado por el ministro de Economía y Finanzas, Nizar Baraka, y el presidente del Grupo del BID Ahmed Mohamed Ali, al margen de las reuniones anuales de las instituciones financieras árabes comunes, también se centra en el apoyo de los proyectos de infraestructura en Marruecos, el desarrollo del sector agrícola, el fortalecimiento del sector privado y la financiación de los micro-proyectos. Las tratativas que actualmente lleva adelante Gran Bretaña para vender a fondos de deuda soberana en Abu Dhabi una parte del 82% de participación estatal en el Royal Bank of Scotland son otra muestra de la creciente influencia financiera del mundo islámico, influencia que además plantea un desafío sistémico a la forma de conducir las finanzas que prevalece actualmente en todo el mundo. Desde unos inicios humildes en los noventa, las finanzas islámicas han llegado a convertirse en una industria de un billón de dólares. El consenso de los mercados señala que las finanzas islámicas tienen un porvenir brillante, lo cual se debe a la conjunción de una demografía favorable con un aumento de los ingresos en las comunidades musulmanas. Establecimiento del primer banco islámico de la Confederación de Estados Independientes en Baku2/16/2012 El Banco Internacional de Azerbaiyán, el Banco de Comercio Exterior de Rusia y un banco kazajo, anunciaron el establecimiento del primer banco islámico de la Confederación de Estados Independientes. Un funcionario del Banco Internacional de Azerbaiyán, Behnam Ghorbanzadeh, ha declarado que durante la 4ª conferencia internacional de la banca, realizada recientemente en Bakú, los participantes habían elegido Bakú como el centro regional y un modelo para el desarrollo económico entre los países de la Confederación de los Estados Independientes. Como pueden imaginar no es mi intención hablar de religión, sino analizar este fenómeno financiero al que la banca internacional está prestando atención, creando bancos, filiales o ventanillas islámicas en Reino Unido, Estados Unidos (EEUU), Suiza, Alemania, Francia o Luxemburgo. En Londres destaca la apertura de seis bancos específicos que han convertido la capital inglesa en la principal plataforma y líder europeo de la banca islámica gracias al esfuerzo de instituciones como la Bolsa de Valores de Londres (LSE) y otros. Francia, con Paris al frente, quiere establecerse como principal actor, o Irlanda a punto de convertirse en el primer país de la UE en vender bonos islámicos, sin olvidar el poderoso banco Goldman Sachs que también se apunta a abrir negocios con este modelo. Aunque las estimaciones varían según las fuentes, los últimos datos sobre el total de activos financieros en el mundo regulados de acuerdo con las finanzas islámicas indican que este año (2011) superaron finalmente la barrera del billón de dólares. En 2010, los activos de los bancos islámicos habían alcanzado los 416.000 millones de dólares sólo en la región de Oriente Medio y norte de África, duplicando las tasas de crecimiento de los bancos convencionales, y los 826.000 millones globalmente. En un contexto en que los mercados financieros árabes, especialmente los del Golfo, se están viendo también afectados por la crisis económica internacional, la crisis de deuda en los Estados Unidos y Europa y la inestabilidad que ha acompañado a las revoluciones árabes, los resultados positivos de las finanzas islámicas son especialmente relevantes. En un momento en que la incertidumbre todavía enturbia los mercados globales y muchos inversores eligen una total retirada, hay una parte del sector financiero que crece exponencialmente: los activos financieros que se rigen por la ley islámica pasaron de ser unos cinco mil millones de dólares a fines de los ochenta a, aproximadamente, 1,2 billones en 2011. Esta clase de activos, que se destacan porque las instituciones financieras y sus clientes comparten los riesgos, se salvó de muchas de las consecuencias más graves de la crisis financiera mundial iniciada en 2008. Esta resistencia, sumada a una variedad de otras características fundamentales, explica los elevados rendimientos y la creciente popularidad del modelo financiero islámico. |