Concepto económico Islámico
La economía es una de las facetas que inciden de manera más evidente en la vida social y cultural de los pueblos. El Neoliberalismo económico, paradigma que hoy se aplica de manera intensa y creciente en el diseño político internacional, es un modelo teórico “científico” desvinculado de cualquier condicionamiento ético o filosófico. Aunque en sus orígenes el Capitalismo sufrió diversas lecturas, desde el pensamiento cristiano europeo, planteándose entonces cuestiones en las que aún se vinculaban la economía y la moral, progresivamente la Ciencia Económica, como el resto de los saberes, fue adquiriendo una autonomía teórica y formal que, por una parte ha favorecido su desarrollo específico, pero que al mismo tiempo la ha desvinculado de un modelo integrado de conocimiento. Los nuevos teóricos del Capitalismo, los neoliberales o neoclásicos, realizan hoy su autocrítica y participan del espíritu revisionista que caracteriza a nuestro tiempo.
En calidad de disciplina académica, la economía islámica despegó a mediados de los años 60; adquirió peso institucional durante el boom petrolero de los años 70, cuando los saudíes y los demás exportadores musulmanes de petróleo, que poseían por primera vez sumas sustanciales de dinero, proporcionaron al proyecto "enorme peso".
De hecho, las prácticas islámicas económicas probablemente contribuyan a la inestabilidad económica global "obstaculizando las reformas sociales necesarias para el desarrollo económico sano". En particular, si los musulmanes prohibieran de verdad pagar o gravar intereses, quedarían relegados "a los márgenes de la economía internacional".
Muchas definiciones de economía islámica asocian este concepto a cuatro principios fundamentales en el Islam: unidad, equilibrio, libre albedrío, y responsabilidad.
En resumen, las prácticas islámicas económicas son una importación económica trivial, pero plantean un peligro político sustancial y perverso.
En calidad de disciplina académica, la economía islámica despegó a mediados de los años 60; adquirió peso institucional durante el boom petrolero de los años 70, cuando los saudíes y los demás exportadores musulmanes de petróleo, que poseían por primera vez sumas sustanciales de dinero, proporcionaron al proyecto "enorme peso".
De hecho, las prácticas islámicas económicas probablemente contribuyan a la inestabilidad económica global "obstaculizando las reformas sociales necesarias para el desarrollo económico sano". En particular, si los musulmanes prohibieran de verdad pagar o gravar intereses, quedarían relegados "a los márgenes de la economía internacional".
Muchas definiciones de economía islámica asocian este concepto a cuatro principios fundamentales en el Islam: unidad, equilibrio, libre albedrío, y responsabilidad.
En resumen, las prácticas islámicas económicas son una importación económica trivial, pero plantean un peligro político sustancial y perverso.