Origen
las finanzas islámicas es un concepto antiguo, sino una disciplina muy joven en el sentido académico. El origen de la industria de finanzas islámicas se remonta a finales del siglo XIX, cuando el banco Barclays abrió una oficina en El Cairo, inmediatamente las criticas de los expertos se hicieron sentir debido al cobro de intereses, asusto que, como se menciono, es considerado usura y penado por la ley del Islam, Shariah. A partir de entonces, se comienzan a desarrollar instrumentos financieros alternativos, que respeten los principios religiosos del Islam. Si bien en un comienzo el desarrollo fue algo tímido, basado fundamentalmente en la apertura de ventanillas islámicas dentro de bancos tradicionales, en la última década ha sido explosivo, creciendo a tasas superiores al 20% anual.
Desde la década de 1980, también emergieron algunos bancos puramente islámicos, así como fondos mutuos guiados únicamente por los preceptos de la Shariah. Al mismo tiempo, fueron creándose instituciones académicas especializadas en el tema. En la última década, el mundo occidental ha comenzado a poner los ojos en esta industria, lo que se evidencia por un creciente número de artículos y publicaciones dedicados a entender las finanzas islámicas.
Actualmente, las actividades financieras islámicas se desarrollan en 75 países y existen alrededor de 300 entidades acogidas a dichos principios, de las cuales un tercio corresponde a bancos islámicos, cuyos activos alcanzan los 400mm de dólares. El resto de la industria esta compuesto por fondos mutuos, compañías de seguros (takaful), y la incipiente industria de los fondos de inversión (hedge-funds). En total, los activos ascienden a 800mm de dólares aproximadamente.
Los bancos islámicos tienen mundial más frecuente convertida y se pueden encontrar en números elevados en los países tales como Indonesia, Paquistán, Bangladesh, Nigeria, Egipto, Turquía, Irán, Sudán, Argelia, Marruecos, Iraq, Uzbekistan, Afganistán, Malasia, la Arabia Saudita, Yemen, Siria y Kazakhstan.
Desde la década de 1980, también emergieron algunos bancos puramente islámicos, así como fondos mutuos guiados únicamente por los preceptos de la Shariah. Al mismo tiempo, fueron creándose instituciones académicas especializadas en el tema. En la última década, el mundo occidental ha comenzado a poner los ojos en esta industria, lo que se evidencia por un creciente número de artículos y publicaciones dedicados a entender las finanzas islámicas.
Actualmente, las actividades financieras islámicas se desarrollan en 75 países y existen alrededor de 300 entidades acogidas a dichos principios, de las cuales un tercio corresponde a bancos islámicos, cuyos activos alcanzan los 400mm de dólares. El resto de la industria esta compuesto por fondos mutuos, compañías de seguros (takaful), y la incipiente industria de los fondos de inversión (hedge-funds). En total, los activos ascienden a 800mm de dólares aproximadamente.
Los bancos islámicos tienen mundial más frecuente convertida y se pueden encontrar en números elevados en los países tales como Indonesia, Paquistán, Bangladesh, Nigeria, Egipto, Turquía, Irán, Sudán, Argelia, Marruecos, Iraq, Uzbekistan, Afganistán, Malasia, la Arabia Saudita, Yemen, Siria y Kazakhstan.